martes, 24 de octubre de 2017

De un libro que no pienso escribir nunca

Se encuentra disposición de todos aquellos que lo deseen, mi nuevo libro "De un libro que no pienso escribir nunca", Ediciones Tigres de Papel, 2017.

Si con mi anterior libro “Cámara de Humos” inicio un proceso de quema de mi poesía o de comenzar a expandir las cenizas de toda mi obra, que consiste en una treintena de poemarios, los cuales someto a un expurgo o registro diario también llamado trabajo de corrección; trabajo que ya inicié en este blog hace unos siete años. Si en “Cámara de Humos” los poemas van a la chimenea y son fuego, ceniza y humo; en “De un libro que no pienso escribir nunca” los poemas pasan por la composición-NO, de un libro que no debería escribirse, teniendo como referente un mal sano "deseo de autodestrucción" de toda mi poesía.

“De un libro que no pienso escribir nunca” debe su título a un estado de ánimo pero también a un estado político del ánimo, es decir mis estados de ánimo son consecuencia más que de un estado personal, de una situación política que no depende de mí. Es decir, nunca quise escribir este libro y por lo tanto su escritura es una “Revelión”. Con “V”. Con uve de Voluntad vencida. “De un libro que nunca quise escribir” es también lo que en un futuro deberé escribir a partir de este libro. Es decir los futuros libros serán herederos de este NO. Y a partir de ahora, estoy convencido, mi poesía será muchísimo más minoritaria.


Uno

Uno anduvo de cabizbajo para convocar poemas
luego de rituales bajo noches brujas.
Uno de burgo a merindad
reciedumbre a cada tranco
levitó en vapores de humedades maniguas.
Acortó los pasos por toberas tránsitas
ceñido a los carpos que troquelaban a golpes
del dígito, los noctámbulos versos.
Y Uno seguía hipnotizado el curso de la poesía,
evocando que desde la soledad se construye
el textual páramo donde mora el sueño.
Y Uno se quedó ámbito y secuela
y nadie le avisó
de que manzanas y duraznos
se fueron imponiendo
a los frutos de su boca
y ya no recuerda el sabor de sus besos.
Y como si solo o Uno hubiera
él gira la cabeza por si le llamara
la voz que mejor le ignora.