martes, 13 de septiembre de 2016

75 ANIVERSARIO

Me moriré solo como si en Paris
hubiese algún sospechoso aguacero,
y beberé la lluvia de César mientras exclamo:
“Cholo, qué hermoso chaparrón está cayendo
ahora que el mundo se desvanece”.
Me dejaré caer en cualquier parte,
húmedo y sediento,
-como un ser pardo de carne macilenta-
a los pies de un hombre que pasa
con un pan al hombro y una oreja sorda,
mientras me llega este silencio tuyo
tan peruano y tan pobre y tan poeta,
y el eco de Trilce sigue retumbando
en mis tímpanos parias:
aparte de que me estoy muriendo,
me he quedado sordo para no oír
los pasos sigilosos de la muerte.
Y espero con la voz puesta en la chaqueta
que venga algún poema humano
a desvestirme de esta deuda permanente
que tengo con la puta vida.