A Mª José
Tomo tu mano de martes y comienzo la semana
con un balcón en los ojos y una mesa y una silla
y una luz solar de temperaturas exigentes.
Tomo tu mano tus dedos y sus rutas
y con ella acaricio mi frente y pienso en tu boca
y veo tus ojos fijos en los míos.
Tomas mi mano y recorres un tramo de mi vida
una duda que cruza tu boca y una certeza
que baila en mis labios de besarte siempre.
Tomas de mí lo que ayer dejé en la mesa un poema
un libro sobre la silla un balcón de suave luz
aquel pasado de ciudad sus noches de calles encendidas.