lunes, 8 de junio de 2015

Piedras, piedras

Piedras, piedras
arrojadas al fondo de un profundo lago.
Con cada piedra iba un pensamiento.

Ata un hilo a una piedra,
la línea argumental escribiéndose,
tirando de él saboreas el lodo.

Ya no te queda casa,
paredes que sujeten lo que tú piensas.

Al fin y al cabo siempre estás sólo.
Nadie te acompañará,
aunque hay una mirada
comprensiva de los demás
en todo lo que haces.

Las piedras van apilándose.