Tal vez no acabe nunca de hacer este poema. -J.M. Caballero Bonald-
viernes, 27 de marzo de 2015
Amada
Ven amada, aún queda en mí,
como en un juego de niños,
si tú quieres, algo de juventud
que poder compartir contigo,
contigo siempre, porque tú,
más que las otras,
sabes sobre la carne
dónde se ubican, pulsando,
los resortes tiernos de la vida,
plenitud o fuente
este surtidor inagotable
del que bebes la blanca cana dormida
de la muerte.
como en un juego de niños,
si tú quieres, algo de juventud
que poder compartir contigo,
contigo siempre, porque tú,
más que las otras,
sabes sobre la carne
dónde se ubican, pulsando,
los resortes tiernos de la vida,
plenitud o fuente
este surtidor inagotable
del que bebes la blanca cana dormida
de la muerte.
¿A dónde vas?
¿A dónde vas que acudes
cubierta de alabanzas,
vestida de aromas,
panegíricos cantos,
panegíricos cantos,
soportando el peso del agua
ahora que sobre tus hombros
descansa la lluvia
y derrama la rosa perfumes infantiles,
el efluvio nocturno
donde mora el silencio?
Allí donde te diriges
sólo hay residuos de antiguas
erupciones,
lava apagada, colinas yermas,
palacios en ruina
donde espera un amante
agazapado
tras ágatas envenenadas.
¿A dónde vas amada de alas inciertas?
No acudas al miedo.
jueves, 26 de marzo de 2015
Medallas
No te cuelgues
medallas
de la coraza del pecho
que nada añadirán
al óxido azul de
tus arterías.
El corazón se
rige
por impulsos que
nunca
obtienen premios,
una condecoración
es un obstáculo
de colesterol
taponando la libertad
de ser
absolutamente
nada.
jueves, 19 de marzo de 2015
Despertador de madrugadas, o el insecto que no pudo ser Gregor Samsa
Me duelo médula y soy sesgado
zurciendo piedras con hielos
portador de agujas incesantes
que voy dejando clavadas indolentes
en párpados de cera o distintos
y amo
amo el revoloteo burdo y transparente
despertador de madrugadas
fusible candeal de élitros amargos
que asciende al incoloro insecto
tal vez con su rotor debido e indudable
alimentado por su hélice de harina
o proteicos nutrientes succionados en la noche
que elevándose causa
vanas modulaciones en el aire
pero si su comida
la comida que deja de dolerle y va elevando
un espíritu de carne modular
no da satisfacción o sangre al sueño
que le invade
va entonces y se hace
círculo cuadrado acoplándose al viento
a las coriáceas heridas mortecinas y secas
de la tarde o del poniente
para por fin
y es entonces
y no antes
que cayendo a tierra
pone germen de madrugada
semilla de tiempo terminado
y sin remisión soy de nuevo ante él
la nuca que se humilla
un sabio perdedor histórico
pacato y ciego
que cada madrugada
se despierta con los ojos abiertos
y ve insectos voladores.
miércoles, 11 de marzo de 2015
Alborada
Como una rosa pálida tu enagua de hilo
lívido tu beso.
Sobre tu mano malva mi sangre de óleo
blanco tus labios.
El mar azucarado de tu saliva la
piedad el sagrado miedo.
El viento de tus mejillas acariciadas
arrebol tu pecho.
La cálida lengua que delata el calor de mi
alma el pozo.
Los cuerpos. Estos cuerpos de salinidad
idílica
que sudan como espejos si se usan al
amanecer.
viernes, 6 de marzo de 2015
Bo día meu amor
Buenos días
hoy no es un día azul
es un día verde
hoy tengo una montaña entre las manos
y un río entre las piernas
aguas blancas
como canas en las sienes
y tengo un pasado de abuelos
abismales
que me enseñaron que la historia
siempre empezaba en ellos.
Miro ese pasado del que proviene
esta sangre morada
que heredé de ellos
esta entrega
esta torpe militancia
y te beso.
Hoy no es un día azul
lo cambie por el verde
de tu recuerdo.
hoy no es un día azul
es un día verde
hoy tengo una montaña entre las manos
y un río entre las piernas
aguas blancas
como canas en las sienes
y tengo un pasado de abuelos
abismales
que me enseñaron que la historia
siempre empezaba en ellos.
Miro ese pasado del que proviene
esta sangre morada
que heredé de ellos
esta entrega
esta torpe militancia
y te beso.
Hoy no es un día azul
lo cambie por el verde
de tu recuerdo.
miércoles, 4 de marzo de 2015
Te amo
Con paciencia
o también con
rabia noble,
petroglifos hago
con la yema de
los dedos,
escarbo en la
arena
de las rocas
fáciles
que la vida
incitó a sobreponerse
a la erosión
antigua
del poema.
Y ahora, ya ves,
ando con una
piedra en cada mano
apretando el puño
al paso de esas
bestias
que amenazan la
posibilidad
de que yo vuelva
a tropezar
más de un millón
de veces
en la misma
piedra.
Y qué si no me
queda más que destrozar
mis zapatos mis
uñas y mis carpos,
en los tantos
errores que cometo
mientras miro
amanecer,
tus ojos,
el bosque,
la playa,
y desde aquí
hasta allí,
midiendo la
distancia
de la soledad del
hombre,
todo es madera
reducida
a un solo y único
grano de arena,
es decir:
nuestro universo,
aquel otro fuego
del que provenimos,
quemando
eternamente las palabras.
Concluyo: es así
como te amo,
hoy que me
encuentro solo
y tarde.
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