viernes, 21 de noviembre de 2014

Navaja

Abro la navaja y avanzo.
La noche es un plato de agua limpia
y en medio de un líquido negro
dibujo con la punta del acero
una sombra que se inclina
sobre la tierra
y clava
cava con ahínco
hasta que fluye la sangre
de un barro nocturno
que amaso entre los dedos.
Escribo con ellos
sobre el agua del plato:
“No quiero estar solo”.
Y marco
una cruz sobre mi pecho de piedra
que ayer sostuvo tu cuerpo
y tu saliva.
Avanzo con una navaja entre las manos
tengo miedo de mí
todo en el aire es violento
no hay nada que me haga un héroe
nada por lo que morir
y vivo de este miedo
sosegado
como una palma roja al borde
exacto de mis arenas.
Avanzo con un plato de agua negra
y un fuego encendido entre los dedos.