Vendrán más años malos
y nos harán más ciegos.
-Rafael Sánchez Ferlosio-
Un hombre puede agotarse perder sus posibilidades
de seguir como pájaro o navío o mirada de caballo
y en horas vagas venirse a garfio a manco a ira,
bajo un cielo gris morir aprovechando las facilidades
que da la vida y ya nada será igual para nadie.
Pero vendrán más hombres y nos harán más tristes,
como de un miedo de sacos hombres sacamantecas
o detrás de la puerta un susto, nos hablarán
por ejemplo, de todas esas cosas tristes y oscuras
que suele dejar el día abandonadas en un rincón
por insensibles, por aburridas y perecederas.
Apagarse. Dejar de ser uno para ser otra cosa,
ser otra cosa que dará sentido a la forma.
Simples y fáciles las aguas como alas encendidas
recordarán al sol su verano de gloria y felicidad.
Vendrán más años nuevos y nos harán tan distintos
como fuimos siempre, como siempre hemos sido,
paisaje aterido y tan distante de nosotros
como nosotros de las montañas, su horizonte.
¿Qué pusieron detrás del hombre que nadie hubo
dispuesto a arrojarse a una sima de dudas?