Se va secando el
alma de las cosas distintas
y una piedra en
los ojos te impide ver
las llanuras sus
pastos las aves los nidos
un insecto de
cobre
o un reptil en mi
vientre.
Veo tu frente alejarse
por un horizonte blanco
más allá de las
silvas
en las que
enredas -cabellera de miedo-
las cosas
sencillas que nunca comprenderás.
Se hace libre y distinto
el paisaje
porque nunca
contó contigo
nada le importó
tu mirada extrañada
para organizar su
verde humedad
donde el árbol crece
o muere
sometido a las
lluviasque nunca te mojarán.