Vamos a follar hasta que nos enamoremos,
hasta que sólo quede uno al borde de la vida
como un estandarte viejo
usado por milenarias tribus
que vinieron del norte
y nunca llegaron a ocupar
nuestro sur más desierto.
Tal vez no acabe nunca de hacer este poema. -J.M. Caballero Bonald-
sábado, 21 de junio de 2014
Fronteras
¿Qué digo si estaba pensando en mis calvas personales?
¿Qué decir desde este adentro sin mirar con un ojo tuerto
una luz con sol de gafas nubladas?
Y si decido salir a la luz, salir y no esquivar los tojos
con su agudeza viva de garfios peligrosos,
y dejarme la piel en la percha de espinos,
pues al fin y al cabo tan solo habito un cuerpo de paso
hacia fronteras más vivas.
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