miércoles, 4 de junio de 2014

En medio de esta luz

En medio de esta luz nadie pasea,
los solitarios ponen crespones negros,
dudan de tener otro pecho enamorado
al alcance del dolor del miedo o la ternura,
y se trasladan a tocar con la lengua
las alas de polvo de las mariposas,
muertas en su vuelo nupcial de primavera.

En medio de esta luz que es ciega y ligera,
cárdena la sombra vengativa,
pone al azulado hombre común
a jugar con la noche,
a exigirle que busque
entre sus prójimos desechos,
una lúdica amante con besos de oxígeno,
caliente y vengativa,
que le salven del horror y del silencio.


Versos de Rimbaud

Mientras Béla Fleck se enreda en acordes de rosal
me sirvo un orujo de hiervas,
miro a través de la ventana
a un tal Woody Guthrie, que más allá del cielo,
aún vibra con su guitarra Machine Kills Fascists.
Fumo tabaco negro y seco,
siento un leve escozor en la garganta,
meso mi cabellera, paladeo un trago corto
del destilado hollejo
y repaso una revista de fotos
donde esa actriz de reparto a la que nombran Silke
ha taladrado sus pezones sonrosados,
gordos y sabrosos, con anillos de metal
que dejan en la boca una burbuja fría
atemporal y quirúrgica.
Veo que por el cielo de hoy viene 
un genial suicidio de nubes de plata
estrellándose contra el granate atardecer:
impresionista óleo que no puedo compartir
con nadie.
Arde la luz quemándose en las miradas
y todo es vivo y perecedero.
Un libro de poemas sobre la mesa
deja caer versos de Rimbaud:
“…tus infantiles senos demasiado humanos
y demasiado dulces;..."
Pasean solas las mujeres esta tarde,
charlan entre ellas bajo los árboles del parque
y los niños alborotan en la arena.