en una de sus numerosas apariciones.
Últimamente empeñada en que me inspire
como dios manda y haga poemas que ni dios.
De momento, y para salir del paso, me quedo
con unas palabras del poeta Francisco Bejarano
que alguien me dejó por aquí, hace unos años:
"Si estuviera en mi mano borraría mis versos
-ya ven hasta qué punto es posible cambiar
un destino por un acto de voluntad- y viviría
en un lugar apartado y hermoso, en la compañía
de lo que han escrito otros mucho mejor que yo".