miércoles, 5 de marzo de 2014

Los exentos

Los exentos de ti de mí o de otros
recalan en la memoria de los pájaros
y desde sus pequeños corazones
se agitan levantando un ala de niebla
en el rudimentario rostro de la ciudad.

Soy un poeta ignorado que lo único
que quiero saber es que existo para saber
porque existir para saber me hace
inservible monótono impertinente
rudo atrabiliario sorprendido.

El día y la noche fueron reemplazados
por un silencio prolongado y líquido:
había una persistencia de agua en la sombra.
El corazón del pájaro susurro
fue sustituyendo el ruido del viento
por un golpe sordo de alas desplegadas
alejándose de los hombres para siempre.

Desde el circulo polar se elevó un cero.