domingo, 16 de febrero de 2014

El otro bosque, el que no está en ti

Sujeto al oleaje en flor
de la húmeda pradera
hay un cuerpo delicado
v
e
r
t
i
c
a
l
fulminado por un hacha
y abierto a los gusanos,
buscadores de oro que horadan la madera,
digieren leña y vomitan
anémonas blancas.
¿Y en la hilatura de los pastos?
En la hilatura hay un ovillo
de hierbas secas enredado a él,
y en su corazón de heno
los brazos amputados de una marioneta.
Se dispersa
despacio
con una lentitud
de niebla 
casi ciega,
el bosque.