ÚLTIMO NAIPE
Hay veces en que un naipe descubierto al desgaire
conduce a la melancolía.
En la última carta siempre asoma la nada,
se percibe su larva,
se arrastra entre caballos macilentos,
gime al amanecer,
se recogen las pérdidas, el humo,
y un aroma de muerte pasea entre las mesas.
Tal vez no acabe nunca de hacer este poema. -J.M. Caballero Bonald-