viernes, 26 de abril de 2013

Ajedrez

I

Una pieza de madera
o una figura de ajedrez
puede que el caballo
o un alfil
algún peón sacrificando
su alma
o la reina sedienta de aventura:
sobre el tapete se mide para saber
si su movimiento debe seguir
la forma sinuosa
y caligráfica de un poema
escrito con saliva sobre la piel
o grabado con sangre y cincel
sobre la la roca 
o simplemente el jugador
debe limitarse
a morir como un héroe.

II

Coloque ahora las figuras anteriormente
descritas
con más o menos desidia existencial
sobre un tapete azul
y espere que el agua interna
de la figuras
se mezcle armónicamente
con el tapete.
Cuando termine la inundación
zambúllase en el tapete
y nade hasta una isla solitaria.

Espere el rescate que nunca llegará.