jueves, 25 de abril de 2013

Encuentro





Tacto

Nunca, nunca será tarde
si para amarte yo, me tocas
y si para tocarme
viene un aire cálido
del tacto de tu mano
a serenarme.


Tiempo

Sobre el tapete de hilo hecho de azúcar
y flores amasadas con jazmin y leche
se fue depositando una sombra
que surgió de la penumbra
y la mesa se cubrió de un polvo amargo,
y el tiempo,
el tiempo, no sabiendo contar las horas,
los meses o los años,
se fue aburriendo en el zócalo azul
de la fría sala
muriendo de pena
a la llegada de la noche.

Una voz oscura reside
desde entonces
con el poder de la obsesión
en la soledad hermética
de las cosas.