Tal vez no acabe nunca de hacer este poema. -J.M. Caballero Bonald-
jueves, 25 de abril de 2013
Tacto
Nunca, nunca será tarde
si para amarte yo, me tocas
y si para tocarme
viene un aire cálido
del tacto de tu mano
a serenarme.
Tiempo
Sobre el tapete de hilo hecho de azúcar
y flores amasadas con jazmin y leche
y flores amasadas con jazmin y leche
se fue depositando una sombra
que surgió de la penumbra
y la mesa se cubrió de un polvo amargo,
y el tiempo,
el tiempo, no sabiendo contar las horas,
los meses o los años,
se fue aburriendo en el zócalo azul
de la fría sala
muriendo de pena
a la llegada de la noche.
Una voz oscura reside
desde entonces
con el poder de la obsesión
en la soledad hermética
de las cosas.
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