que sólo me enaltezco cuando me miráis?
En vuestro deambular ¿cuál es mi ignorancia?
¿adónde reside el misterio de vuestra mirada?
¿dónde el perdón que me ofrecéis
y del que no soy merecedor?
Poseo la santidad del sueño
y sólo en vosotras me reparo.
Mi despertar de ángel,
mi alimento de almas,
el vaho de las almohadas.
La vez que te vi temblar.