jueves, 9 de mayo de 2013

Citas desinteresadas

"..y el único ejercicio intelectual consistirá en balancearse en una mecedora y en ver quien descubre antes al poeta Hölderlin ahorcado en una de las mil grúas de la construcción, junto a los testículos de Júpiter en oro de 24 quilates."
-Manuel Vicent-

3 comentarios:

Shandy dijo...


¡Y a mí, no me aconsejéis que me someta,
no pretendáis que sirva a los esclavos!

Y si no podéis soportar la hermosura,
hacedle una guerra abierta, eficaz.
Antaño se clavaba en la cruz al inspirado,
hoy lo asesinan con juiciosos e insinuantes consejos.
¡Cuántos habéis logrado someter
al imperio de la necesidad! ¡Cuántas veces
retuvisteis al arriesgado juerguista en la playa
cuando iba a embarcarse lleno de esperanza
para las iluminadas orillas del Oriente!

Es inútil: esta época estéril no me retendrá.
Mi siglo es para mí un azote.
Yo aspiro a los campos verdes de la vida
y al cielo del entusiasmo.
Enterrad, oh muertos, a vuestros muertos,
celebrad la labor del hombre, e insultadme.
Pero en mí madura, tal como mi corazón lo quiere,
la bella, la vida Naturaleza.

F. Holderlin

Tomás Rivero dijo...

La cita de Vicent:

Oro de ley
MANUEL VICENT 31 JUL 2005. El Pais.

"El cineasta Gutiérrez Aragón va a venir este verano a Denia para hablar de un proyecto cinematográfico. Me dice que, de paso, podrá enterarse si es verdad que hay dioses en el Mediterráneo y si son ciertos esos manjares con los que me relamo en los artículos. Como todo sea mentira, me asegura que dará media vuelta y se volverá a Madrid. ¿Dioses? En cuanto deje de ser azotado con el látigo del sol castellano, apenas divise las primeras palmeras, verá perfilados contra el azul del mar los innumerables testículos de Júpiter en oro macizo colgados de una maraña de grúas; una vez se meta en la carretera del litoral podrá leer nombres mitológicos en neón rojo que son los prostíbulos donde las ninfas atienden a los argonautas a tanto la hora; encontrará tiendas junto a los arcenes con todo el Olimpo de escayola desparramado al sol y en ellas podrá comprar Venus de Milo al por mayor, Discóbolos, Sátiros, Bacos, Apolos de todos los tamaños, Neptunos con tridentes para piscinas, leones alados que guardan las cancelas de las mansiones de los rusos y Janos de dos caras, una que atiende al dinero blanco y otra con los ojos cerrados para no ver el dinero negro. El responsable de este desastre fue el poeta loco Hölderlin, quien encerrado durante 20 años en un desván de Tubinga, rodeado de niebla, soñó con mármoles de dioses desnudos en medio de viñedos de moscatel. Obedeciendo a estos sueños de armonía y de dicha orgiástica, desde el siglo XVIII comenzaron a bajar al sur los poetas e idealistas anglosajones, pero en Grecia no encontraron templos dóricos amasados con el azul limpio del cielo sino ermitas bizantinas con lámparas de sebo apestoso, mujeres de negro sentadas en las puertas de casa en sillas de enea y las tabernas llenas de tipos con rostro de navaja y bigotes como alas abiertas de vencejo. A principio del siglo XX por Denia cruzó el joven John Dos Passos con el torso desnudo a lomos de una mula bajo una luz de chicharra. Así debería ser siempre, porque este es un mar que uno deba traer siempre de casa, cada uno con un dios en la mente. Dicho esto, cuando mi amigo llegue a Denia tendrá que conformarse para ser feliz con unos tomates secados al sol, que parecen denarios acuñados por el emperador Adriano, con una escorpa braseada sobre su propia coraza y el único ejercicio intelectual consistirá en balancearse en una mecedora y en ver quien descubre antes al poeta Hölderlin ahorcado en una de las mil grúas de la construcción, junto a los testículos de Júpiter en oro de 24 quilates."

Besos.

Tomás Rivero dijo...

Y ya puestos, añado el poema completo que me has dejado de Friedrich Hölderlin.

EL JOVEN A SUS JUICIOSOS CONSEJEROS

¿Pretendéis que me apacigüe? ¿Que domine
este amor ardiente y gozoso, este impulso
hacia la verdad suprema? ¿Que cante
mi canto del cisne al borde del sepulcro
donde os complacéis en encerrarnos vivos?
¡Perdonadme!, mas no obstante el poderoso impulso que lo arrastra
el oleaje surgente de la vida
hierve impaciente en su angosto lecho
hasta el día en que descansar en su mar natal.

La viña desdeña los frescos valles,
los afortunados jardines de la Hesperia
sólo dan frutos de oro bajo el ardor del relámpago
que penetra como flecha el corazón de la tierra.
¿Por qué moderar el fuego de mi alma
que se abrasa bajo el yugo de esta edad de bronce?
¿Por qué, débiles corazones, querer sacarme
mi elemento de fuego, a mí que sólo puedo vivir en elcombate?

La vida no está dedicada a la muerte,
ni al letargo el dios que nos inflama.
El sublime genio que nos llega del Éter
no nació para el yugo.
Baja hacia nosotros, se sumerge, se baña
en el torrente del siglo; y dichosa, la náyade
arrastra por un momento al nadador,
que muy pronto se sumerge, su cabeza ceñida de luces.

¡Renunciad al placer de rebajar lo grande!
¡No habléis de vuestra felicidad!
¡No plantéis el cedro en vuestros potes de arcilla!
¡No toméis al Espíritu por vuestro siervo!
¡No intentéis detener los corceles del sol
y dejad que las estrellas prosigan su trayecto!
¡Y a mí, no me aconsejéis que me someta,
no pretendáis que sirva a los esclavos!

Y si no podéis soportar la hermosura,
hacedle una guerra abierta, eficaz.
Antaño se clavaba en la cruz al inspirado,
hoy lo asesinan con juiciosos e insinuantes consejos.
¡Cuántos habéis logrado someter
al imperio de la necesidad! ¡Cuántas veces
retuvisteis al arriesgado juerguista en la playa
cuando iba a embarcarse lleno de esperanza
para las iluminadas orillas del Oriente!

Es inútil: esta época estéril no me retendrá.
Mi siglo es para mí un azote.
Yo aspiro a los campos verdes de la vida
y al cielo del entusiasmo.
Enterrad, oh muertos, a vuestros muertos,
celebrad la labor del hombre, e insultadme.
Pero en mí madura, tal como mi corazón lo quiere,
la bella, la vida Naturaleza.

Gran poeta Holderlin, que terminó loco, llevando vida de carpintero. O sea que no estaba tan loco.

Besos, Shandy.