miércoles, 27 de marzo de 2013

Haiku con cabalgadura

Hacia ti he caminado,
todos mis pasos eran fronteras.
Y siete pétalos rojos nevavan
sobre la cerradura negra
de la alcahueta.

martes, 26 de marzo de 2013

Sacramento

¿De qué carecéis erráticas criaturas
que sólo me enaltezco cuando me miráis?
En vuestro deambular ¿cuál es mi ignorancia?
¿adónde reside el misterio de vuestra mirada?
¿dónde el perdón que me ofrecéis
y del que no soy merecedor?

Poseo la santidad del sueño
y sólo en vosotras me reparo.
Mi despertar de ángel,
mi alimento de almas,
el vaho de las almohadas.

La vez que te vi temblar.

domingo, 24 de marzo de 2013

Lengua

Corindón o esmeril pedernal,
la chaira recorre los filos de la carne
magulla y gorgorea,
hacia la oreja enfila la aguda punta,
a escasos centímetros
quiebra,
brevemente merodea,
luego acaba hiriendo
donde la sangre brota con un gemido
proveniente de esa zona de la garganta
hecha grama de vocales cuerdas,
y por un instante cueva degollada
de largos y silenciosos pasillos,
habitáculo donde mora el vital veneno
de la palabra más pura,
y muere misteriosamente.

No pregunté en qué idioma
la lengua fue delatando
el secreto de todos los nombres.

viernes, 22 de marzo de 2013

Pásale la mano al alba

Pásale la mano a la tierra,
frota los dedos contra el alba,
piensa en los rostros que fueron piedra,
pídele a la noche un vaso de luz,
bebe de las minas el mineral arcano,
disfruta con los ojos de cerezas y patios,
pon alivios de rabia
sobre los muros blancos y malvas,
con altares de hierba.

Pásale la mano a la muchacha
por su cintura de aceite,
súbela contigo al alto y oscuro desván
donde dormitan todos los recuerdos,
ámala junto a viejos juguetes rotos.

Dale de ti ese olor a manzanas
que acumuló tu carne durante años.
Déjale un disfraz de amor y fantasía,
una fácil cicatriz que pueda borrar
con la ceniza del último beso,
con los recuerdos mudos del ruidoso
júbilo de amar.

Llévate de ella la noche oscura
de su piel. Pásale la mano a la vida
que te trajo hasta ella.

jueves, 21 de marzo de 2013

Hoy es el día mundial de la poesía?

¿Para qué queréis un poeta vivo?
¡Matadlo 
Y celebradle las pompas!
-A. Pexegueiro-

Y como dijo en este blog, alguien muy cercano:
"La poesía es subversión y el poeta un subversivo. La poesía y los poetas son de los últimos bastiones de resistencia al capitalismo. Precisamente porque ni se compran ni se venden."

Va el soneto:

Del once al cero cruzan por la masa
-Juan Quintana-

SONETO 20

Con un dominio de varios siglos
cruza del cero al doce un pobre,
que nunca tuvo casa, ni un odre,
ni botella de vino, ni cobijo.

Pasa en puntillas, que es casi sigilo
intentando no molestar al prójimo,
simula loco que está lógico,
ráscase lívido y triste un hilo.

Rebusca sin prisas en un bolsillo,
la colilla agorera del pasado
escupiendo tabacos pésimos.

Sin ánimo cae desde el bordillo
a la calle, paso casi obligado,
que le lleva a lugares décimos.

martes, 19 de marzo de 2013

El único o las masas

Yo el diferente como jamás hubo otro
el desigual y el deseado
casi único o las masas
yo el pobre hombre de ruedas melancólicas
que giran en el alma torbellino que no tengo
evocador de pinceles y de óleos
que pintan en el lienzo de mi corazón
tu ausencia
el perfil de los locos
o los ecos de ese deseo triste:
ven, ven.

Yo el ansiado de ojos negros
o marrones
de piel de cristal
de cielo y temple
pintura de Kokoschka
enredado a tu pelo.
Yo marea alta
un bote a la deriva
un mensaje en la botella
que rueda sin remite
por el océano de nadie.

Dibujo el agua escribo sobre ella
siento esta brisa de la mar
y extraño aquella equis de la escuela
cuando juntaba la "s" y la "c"
jugando a ser feliz descifrando
quién eras.
Diversas sombras cruzan mi memoria
y aún adolescente
vuelvo a dibujar con el humo
apago en un trazo largo
de pincel encendido
el cigarro
y sorbo del café
el final.
Y espero.

Edad













lunes, 18 de marzo de 2013

Blues de luciernagas

Un milagro. Siempre esperé un milagro
de las luciérnagas:
que no fueran las luces lejanas
de una ciudad.

sábado, 16 de marzo de 2013

Palabras encontradas en un altar, dentro de un cáliz de oro abandonado

Nunca supe quienes eran los otros.
Aquellos que miraban sin ver.
Aquellos a los que pretendí escuchar
y eran distancia...otra pérdida.
Los últimos salvajes se disponen a morir
corren alocados sobre praderas de crisantemos.
El crepúsculo prepara su aceite templada
y mortecina: su luz de cenizas.
Todo se recicla: un verso un nombre un recuerdo.
Me gusta follar con ella.
Comulgo con su carne.
La cuaresma arde en mi boca.



jueves, 14 de marzo de 2013

El otro

Hoy
pensando en el otro
que sin duda llevo dentro
he mirado en los huesos
de mis antepasados.
Me he enfrentado a ellos
con la cólera de un arapahoe
o la indignación de un menos.
Y he sufrido un minuto
una hora
he sufrido la gota de una cal
que iba quemando lenta
el calcio de mis antepasados
la médula espinal de mis sueños
aquella vieja creencia
llena de cultos y cuentos.

Hoy
he pensado en el otro sin duda.
Sin dudas.
Todas las interrogantes
fueron respondidas
desde mi reuma interno
y  no por eso fui más feliz
que aquel indio arapahoe.
O aquel otro anterior mío
que bebía vino
domaba el cuero
y hablaba con las piedras.
O también aquél que era tuerto,
feliz
vagabundo o errabundo
y comedor de ajos.
También.

Fue en el este de las grandes extensiones
diáfanas
Colorado Wyoming
o la baja Extremadura.

miércoles, 13 de marzo de 2013

Secuencia del poema

Antes y después del poema.
Antes y después del poema. 
Antes
y después.
Antes del poema
lo que había era un posible después.
Y que sólo después del poema fue alargándose,
extendiéndose como la pregunta más difícil
que tendría que hacerse
el poema si después de él 
el antes no significó absolutamente nada.

Lo que dejó el poema,
lento,
macerándose como un después
de nosotros,
siempre fue ese antes.

Antes y después de nosotros,
de nosotros siempre,
su libertad de tiempo.

martes, 12 de marzo de 2013

The Astounding Eyes of Rita

Me gustan las fotos. Anouar. Fantástica música
del tunecino, maestro del oud (laúd arabe).

Poetas

Nosotros los poetas siempre pensamos
que nuestros versos son los mejores
para que otro poeta no ocupe nuestro lugar,
cosa que nos repugna dado lo mal que escribe.
Y si el otro ocupa nuestro lugar
dado lo mal que escribe,
¿qué clase de lugar ocupábamos nosotros
que tan fácilmente fue ocupado?

viernes, 8 de marzo de 2013

Opema maope poame meapo pameo...

Opema maope poame meapo pameo
pemao meope mapeo epoma amepo
emapo aoemp omepa...
y algunos más.

Total ¿para qué?
Miraros las manos.

jueves, 7 de marzo de 2013

Seres humanos: cetáceos


A mi compañera, hermosa como un bosque de otoño, de robles o castaños, de musgos inferiores, de helechos y humedad ligera, como ella, como ella. Que se llama hermosa porque ambos lo queremos. Queremos un mundo más lindo, incluso que parezca un mundo. Hermoso y soberbio, como yo lobo que habla con los hombres. O las fieras.


A veces, de vez en cuando. De año en año. Cuando se tercia. De manera espontanea. Una mirada torcida. Un paso cambiado por aceras de plomo. Por desiertos de átomos. Un frío de espaldas sudadas, sometidas a una rutina de asumir calamidades, a una rutina de asumir el fin; a veces, de vez en cuando, hoy sin ir más lejos, llega un animal majestuoso y se planta en el ruedo de la vida. Se presenta ante nuestra barbarie.

Transcribo a tropezones la noticia:

El 28 de marzo de 2012, un cachalote de 4.500 kilos y unos 10 metros de largo fue hallado muerto en una playa de Castell de Ferro (Granada). La sorpresa llegó al abrir uno de los estómagos del animal. Lo que había allí era un vertedero de plástico. Los investigadores contaron 59 trozos procedentes principalmente de los invernaderos cercanos que pesaban en total 17,927 kilos. Al final, esos plásticos le habían reventado uno de los estómagos y causado la muerte.

El estómago había explotado y el contenido gástrico estaba por la cavidad abdominal. Tenía en el interior 26 piezas que sumaban 8,1 kilos y 29,9 metros cuadrados del plástico transparente típico de los invernaderos; cuatro restos de bolsas negras para cultivos (que pesaban 0,44 kilos); nueve metros de las cuerdas usadas para fijar invernaderos, y dos mangueras que medían 4,5 metros. Hasta dos macetas y un spray, entre otras porquerías.

El cachalote está catalogado como vulnerable en España y en el Mediterráneo. Se estima que hay menos de 1.000 ejemplares.

Ojo: si hablo de animales o de faunas, no quiere decir que olvide a los trabajadores, esos que también se merecen el término de seres humanos. Así que aunque escriba sobre un cetáceo, no olvido por ejemplo que hace dos días un hombre de cincuenta años se arrojó desde un cuarto piso para demostrar que si alguien tiene cojones para volar es él. Él que voló ante un desahucio. Tal vez porque sintió vergüenza de vivir entre animales mucho más feos que un romántico cetáceo. ¿Pero no forman ambos, parte de la misma trama?

Venga, a seguir sufriendo. Todo es capacidad. Colmo. O comuelgo. La gota que agota no cae nunca dentro de nuestras almas. Me voy a pasear. Solo, como siempre.






Ha muerto Alvin Lee

Uno se muere sin querer y descuidado. Alvin Lee tocaba
con el grupo Teen Years After hace muchos años. Una
de las cinco mejores guitarras solistas. Aquel disco
llamado "Ssssh", fantástico. 

Alvin Lee, siempre lo quise. 

Esto es pasión o blues?

Son las doce: Passion / Pasión. JJ Cale.
Con dedicatoria, claro.

martes, 5 de marzo de 2013

La luz debida


La luz hierve debajo de mis párpados
-Antonio Gamoneda-

Intentando encontrar la luz debida
he visto cuerpos ensangrentados en la nieve
flores secas astros apagados
aspas y alfileres.
Intentando que la luz fuera distinta
párpados caídos como nieblas
necesitaban la humedad para no morir
y se cerraban oscuros
sobre si mismo se plegaban.
Como una flor se abrían al día siguiente
para ver el derrumbe de las sombras
la exactitud encendida de los hombres
su final de horas y cenizas.

lunes, 4 de marzo de 2013

Calles de Londres

A Antonio Fernández Benavente

"En el café que está toda la noche abierto
a eso de las once y cuarto
el mismo hombre de siempre está sentado solo,
contemplando al mundo
sobre el borde de su taza de té…
cada té le dura una hora
y luego se va deambulando solo hacia su casa".

Algo así decía la letra de esta canción de Ralph Mctell, "Calles de Londres".
Esta canción me sirvió hace cuarenta años para ser quien soy. Me sirvieron más cosas. Me sirvió la soledad para contemplar las distintas formas que van adoptando las cosas de la vida. Me sirvió la belleza de cada instante exacto, perfeccionándome la vida. Pero esta canción me hizo más hombre, más mujer, persona, poeta, niño.
En aquellos tiempos un libro, una canción, una película, un buen amigo, marcaban tu vida para siempre. Y digo en aquellos tiempos, porque en estos, no parece que a nadie le marque ya nada. Yo mismo me he vuelto dogmático, gracias a la “ayuda” de los que viven sin marcas, sin heridas, sin pasado, sin cicatrices: sin belleza.
Sigo escuchando esta canción y su recuerdo produce en mí gratitud: agradecimiento al pasado. Esta buena nostalgia me ayuda a ver el paisaje, me ayuda a ver a un joven bañándose en las aguas del río Guadiana, casi sin contaminación, a su paso por Badajoz. Me ayuda a ver a un muchacho saliendo de las aguas, mojado de naturaleza, desnudo y hermoso, en un verano preciso, dónde conocí la ciudad y me bañé en aquellas aguas.

Pero sobre todo recuerdo el ocio y la melancolía que me producían los altos eucaliptos que bordeaban las anchas orillas del río, y los ratos que pasé tumbado a la sombra calurosa y perfumada de aquellos mentolados árboles.   Sus ramas, a ratos escaladas por versos del poeta Manuel Pacheco.

La canción sonaba en un cassette portátil, que me prestó un amigo, y que iba conmigo a todas partes. Junto a una guitara que no sabía tocar, pero que sonaba de maravilla en aquellos atardeceres del Guadiana.

No sé de qué me enamoré. Pero desde entonces vivo agradeciendo a las calles, de un Londres imaginado, que me enseñaran la vida. 

viernes, 1 de marzo de 2013

Palabras y ayes

Dijeron en la noche menudencias de patio,
se oyeron clamores y ayes en la distancia que separa
los sueños de la sangre,
y los cuerpos se ajustaron a la esclava escarpia,
junto al viejo muro azul y gris, casi demolido.
Deshumanizadas gargantas sepias y negras gritaron
palabras obscuras que decían:
que nadie sepa el secreto que encierra
el misterioso enclave,
el trazo que desgarra el orbe,
que nadie sepa el oculto número
de la violácea herida que supura palabras blancas,
culebras y semillas,
placebos y estramoniun.

Al hacerse el silencio se escucharon de nuevo
menudencias de patio,
vecinos reían asomados a balcones y ventanas
y era muy tarde en las pisadas del inútil transeúnte.

Cielo de invierno,
en la noche los corazones laten
como un borrón blanco en el barro.

Se comenta que nadie puso interés
en ser cierto.