viernes, 20 de julio de 2012

En París o cerca de la selva

Me moriré en Paris con cielo encapotado y una ligera bruma.
Vallejo, cholo desesperado, se quedó con toda la tormenta.
Me moriré. Aunque sepa una palabra extraída de un tintero
a costa de una mancha parecida a algún poema.

Me moriré en París en un luego de lástimas
o caeré desde una sola y absoluta piedra,
una roca tan alta como un rascacielos
levantando la mano con un dedo manco
para soportar la nieve de un brasero
que heredé de aquella otra memoria
que tuve en la niñez.

Me moriré de nuevo aunque vengan a darme
con la calma amarilla de palmeras errantes,
con sauces de lluvia
o escaparates de neón y brillantina.
En estos paseos de urbe insuficiente
a veces visto de héroe
para empequeñecerme de patrias,
de pecho armado, de nostalgia,
de esfuerzos, de estrellas, 
de una debilidad de armarios empotrados.

Un trofeo absurdo prende mis molares
recorre cremalleras hambrientas 
y estoy pensando en irme algo más lejos
para morir bajo lluvias torrenciales.


Me moriré en París y cerca de la selva.



Memphis Minnie - Me and My Chauffeur Blues

El blues de las doce llega a las doce y cinco.
Memphis Minnie, gran amante de los coches, además del Ford V-8 que nombra en este blues, tenía en su garaje un Hudson Super Six, y un Cadillac Eight.
Se pasea en él alguien que ella no quiere que se pasee:
¿No verás a mi chófer?/ Quiero que me lleve/ quiero que me lleve al centro/ porque conduce tan tranquilo que no puedo rechazar a mi chófer./ No quiero que mi chófer/ monte a esas chicas/ monte a esas chicas por ahí./ Voy a robar una pistola, disparar a mi chófer./ Voy a dejar que mi chófer/ me lleve por ahí/ me lleve por el mundo/ Entonces será mi amante, yo seré su chica.