Entrevista con el poeta peruano,
realizada por Paloma Corrales.
Tal vez no acabe nunca de hacer este poema. -J.M. Caballero Bonald-
sábado, 21 de enero de 2012
Casa
Mi casa olía a orégano y membrillos
a carburo y migas, a ajos;
a queso portugués,
mi casa olía a jabón de sosa,
a colada y a cántaro de barro,
a agua fresca, a poleo, a gazpacho.
Mi casa olía a teja vana, a frío,
a sabañones, a tos ferina;
mi casa olía a invierno,
pero sobre todo olía a verano
a pelargonio y a higuera, a corcho.
A bolero, a “...están clavadas tres cruces”.
Mi casa olía a sopa de tomate,
a aceitunas machacadas.
A madre joven y fresca y risa.
A madre joven y fresca y risa.
Olía a cierta soledad de cortinas
echadas. A celindas.
Mi casa olía a un tiempo de frutos
y pasiones muy antiguas
que las llevo en mi corazón de corzo.
Mi casa olía a arriate. A vara de azucenas.
Un día mi padre cortó el lilo
que perfumaba el patio.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)