Materiales de derribo conformaban este poema,
que hoy te dedico con cariño, Sofía "Indiscreta".
De tanto aquello que nosotros
a pie despiadado pelábamos
descarnábamos
(conversaciones sobre esto, lo otro,
o bien las mujeres, el fútbol, los toros)
y era toda esta carnaza
suculento plato abecedario.
En su canto reposaba la experiencia
y en nuestro traje de mono esperpéntico
el simio trepado -atrapado- en andamiajes;
en las palabras el albo lenguaje
del pan,
y en las paredes el yeso,
amalgama de agua
sus ecos,
el paso a paso -también el poso-
de las cincuenta y tres semanas,
la agónica jornada laboral.
Los agónicos sindicatos.
Nuestra soterrada libertad
a pie de obra,
despiadadamente
haciéndonos humanos,
con la sangre en un ápice
de aquel índice manco que nunca
señaló a nadie.
* Algunas aves nocturnas, como el búho (también algún poeta), vomitan los restos de sus presas, -huesos, pelos y plumas- imposible de digerir, en forma de bolas llamadas egagrópilas.
* Algunas aves nocturnas, como el búho (también algún poeta), vomitan los restos de sus presas, -huesos, pelos y plumas- imposible de digerir, en forma de bolas llamadas egagrópilas.