martes, 9 de octubre de 2012

EFIMERO

Fue aquella manera de adaptarse a lo efímero
(relación social, cultura, desamor, política,
obras hidráulicas y otras desavenencias)
lo que hoy nos ha convertido en seres eventuales.
Demasiados pocos.    
Aquella pléyade.
Aquella sed mía
de olorosas maderas
en el bosque más bello
talado de memorias.
Un asilvestrado perro:
su frontera de orín.


1 comentario:

Tomás Rivero dijo...

Perdón. Acabo de corregir el poema a partir del verso, "Aquella pléyade". No se extrañe nadie de que corrija sobre la marcha. La marcha del poeta es como esta crisis por la que atravesamos: desigual y combinada. Perdón.