Doble
su punta sobre el mantel herético
la
servilleta amable de tela de algodón
deposite
restos de comida limpie sus labios
tersos
degustadores
de manjares
déjela
sola en la mesa dígale adiós
un
hasta luego lleno de secretos
y
cuente mintiendo que estuvo de ágape.
O que celebró una cena de año nuevo.
Tal vez no acabe nunca de hacer este poema. -J.M. Caballero Bonald-
lunes, 31 de diciembre de 2012
jueves, 27 de diciembre de 2012
Poeta
Poeta
te noto como pan ácimo
que busca la flama
de un horno de leña
para crecer
dar de sí
un alma blanca
que al paladar recuerde
los rastrojos
el volteo de la tierra
el terrón
los arados salvajes.
La lluvia
de la que se alimentó
aquella semilla
que creció golpeada
por el sudor resuelto
de nuestras espaldas
que tornándose alas
fu abonándo la noche
de cuerpos húmedos
y palabras. De vuelos.
miércoles, 26 de diciembre de 2012
Blues del alambique
Joaquin. Joaquinito Sabina. Claro. Un blues de vinagre. Y de Rosas.
Hermoso. Y algo decadente. Casi un maestro. De voz añil y orujo de brujas.
Hermoso. Y algo decadente. Casi un maestro. De voz añil y orujo de brujas.
martes, 25 de diciembre de 2012
Cien mil visitas
"Folios Grapados" llegó a las 100.000 visitas. Yo que nunca recibí visitas en la vida real, en esta
virtual me vienen a ver gente desconocida que entran y salen como Perico por su
casa. ¿Quién será Perico? De momento se sabe que tiene casa.
¿Esto qué viene a demostrar? Pues
que hay que ser un ser razonablemente social y relacionarse con otros
congéneres a través de un espejo que refleja una realidad parcial o tonta, o
vete tú a saber quién se esconde detrás del azogue o de la pantalla del monitor,
o bien por otro lado, lo que viene a demostrar es que uno redunda una y otra
vez en las parcelas y los rincones oscuros, las sombras de cada uno de
nosotros, que servirán para conocernos mejor, en esta sociedad dividida en
clases. Dividida en experiencias. O nuestra alma dividida en cachos, como por
ejemplo, “hetero” por un lado y “ónimo” por otro. Heterónimo, ese autor ficticio o pseudoautor o pseudoactor, que es también personaje con aires de seductor, y que parecía que era, cuando otro dentro de él le dictaba un comportamiento con otra voz, con otra alma. Que se lo pregunten a Pessoa, cómo nos sedujo. No confundir con Gabriela Mistral que siempre fue la misma, aunque nombres usó en su contra, para favorecer la escritura, siendo la misma que no otra fuera.
El verso. El Blog. El verso. El lector. El blog. La palabra. El verso. ¿Por dónde van los tiros? Creo que no van por haí los tiros. Por ahí, tal vez. Por la falta ortográfica que estimula nuestro ego, tal vez. El verso. Lo solitario y lo social compaginándose: “Es toda una situación comunitaria la que toma forma a través de la experiencia personal, una palabra pública la que se levanta del lenguaje privado del poeta.” –José Ángel Valente-.
Ambas cosas, o anvas cosas entremezcladas. Claro. Lo ideal. Lo estraño. Lo difícil está en comunicar con otros corazones, decía Quintana. A hurtadillas todos tenemos carne. A escondidas siempre prometemos un beso. Incluso un hueso donde apoyarnos ante la avaricia del bastón que dios usó para maldecirnos en su enorme bendición de dios frustrado. Cien mil. Como si un número fuera el caprichoso deseo de un dios. De un ángel. De un amor. Cien mil, como si eso significara algo. Credibilidad. Ausencia. Reconocimiento. No cedan. No somos mucho más de cien mil. Con la fuerza de un ejército, muchos más. Con la fuerza de un junco recibiremos ostias hasta en el cielo de la boca. Nos gusta sufrir. Flexibles en la ternura y con un corazón generoso, seguiremos siendo una caja. De recuerdos o de muertos, o de Pandoras justificando sus hilos, las cajas siempre son cajas, llenándose de errores o de muertes. El pecho. La caja de resonancia. El eco. Un corazón latiendo en nuestro nombre. Nosotros o los nuestros. Dios mío, que enfermo estabas que obligaste a Vallejo a ser tan humano como un poeta comprometido. Hasta en el cielo de la boca. Las hostias se quedaban pegadas al paladar. Las hostias ante un altar. Las rodillas hincadas. Comulgar con ruedas de molino. Siempre me hizo ilusión tener un cielo en el paladar. ¿A qué sabe el cielo habitado por cien mil ocupas, que entran en su casa de Perico? Tienen un sabor y un saber de muchos, arropados por el miedo. Y siempre habrá un interrogante, un ¿y qué? en ellos. Una pregunta más o menos cobarde. A ser valiente se aprende con suma facilidad. Tan sólo hay que buscar debilidades, minorías, y defenderlas. Causas perdidas. Es ser sinceros. Honestos. Y también onestos. Sin la h de cerradura, que evite escudriñar. No te cierres. Esa puerta entornada, siempre deja una invitación en el aire. Dar la cara que nos muestra el compromiso. El de la acción, que decía Mounier.
El verso. El Blog. El verso. El lector. El blog. La palabra. El verso. ¿Por dónde van los tiros? Creo que no van por haí los tiros. Por ahí, tal vez. Por la falta ortográfica que estimula nuestro ego, tal vez. El verso. Lo solitario y lo social compaginándose: “Es toda una situación comunitaria la que toma forma a través de la experiencia personal, una palabra pública la que se levanta del lenguaje privado del poeta.” –José Ángel Valente-.
Ambas cosas, o anvas cosas entremezcladas. Claro. Lo ideal. Lo estraño. Lo difícil está en comunicar con otros corazones, decía Quintana. A hurtadillas todos tenemos carne. A escondidas siempre prometemos un beso. Incluso un hueso donde apoyarnos ante la avaricia del bastón que dios usó para maldecirnos en su enorme bendición de dios frustrado. Cien mil. Como si un número fuera el caprichoso deseo de un dios. De un ángel. De un amor. Cien mil, como si eso significara algo. Credibilidad. Ausencia. Reconocimiento. No cedan. No somos mucho más de cien mil. Con la fuerza de un ejército, muchos más. Con la fuerza de un junco recibiremos ostias hasta en el cielo de la boca. Nos gusta sufrir. Flexibles en la ternura y con un corazón generoso, seguiremos siendo una caja. De recuerdos o de muertos, o de Pandoras justificando sus hilos, las cajas siempre son cajas, llenándose de errores o de muertes. El pecho. La caja de resonancia. El eco. Un corazón latiendo en nuestro nombre. Nosotros o los nuestros. Dios mío, que enfermo estabas que obligaste a Vallejo a ser tan humano como un poeta comprometido. Hasta en el cielo de la boca. Las hostias se quedaban pegadas al paladar. Las hostias ante un altar. Las rodillas hincadas. Comulgar con ruedas de molino. Siempre me hizo ilusión tener un cielo en el paladar. ¿A qué sabe el cielo habitado por cien mil ocupas, que entran en su casa de Perico? Tienen un sabor y un saber de muchos, arropados por el miedo. Y siempre habrá un interrogante, un ¿y qué? en ellos. Una pregunta más o menos cobarde. A ser valiente se aprende con suma facilidad. Tan sólo hay que buscar debilidades, minorías, y defenderlas. Causas perdidas. Es ser sinceros. Honestos. Y también onestos. Sin la h de cerradura, que evite escudriñar. No te cierres. Esa puerta entornada, siempre deja una invitación en el aire. Dar la cara que nos muestra el compromiso. El de la acción, que decía Mounier.
domingo, 23 de diciembre de 2012
viernes, 21 de diciembre de 2012
Alturas versos multitud
Alturas versos multitud
labio húmedo
otro licor
delicado juego
o como dice Piera:
“la explicación de todos los poemas”
o como digo yo:
esa zona neutra y viscosa que une
las vestimentas con la carne
también llamada sombras
y más tarde tumbas:
el permanente error de la escritura.
jueves, 20 de diciembre de 2012
Crucigrama
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14
1 He dicho a todos los amigos que sí que un día iría a verles
2 he dicho a todos los amigos que sí que un día iría a
3 he dicho a todos los amigos que sí que un día iría
4 he dicho a todos los amigos que sí que un día
5 he dicho a todos los amigos que sí que un
6 he dicho a todos los amigos que sí que
7 he dicho a todos los amigos que sí
8 he dicho a todos los amigos que
9 he dicho a todos los amigos
10 he dicho a todos los
11 he dicho a todos
12 he dicho a
13 he dicho
14 he
Silencio
Esto no es un blues, pero qué importa con el agua que está
cayendo.
Con el tiempo, que se avecina. Con la fiesta que nos tienen preparada
los otros. Los que todo lo organizan con nuestro silencio. Ante este
silencio, esto sí puede ser un blues.
silencio, esto sí puede ser un blues.
miércoles, 19 de diciembre de 2012
martes, 18 de diciembre de 2012
El jabón de la noche
Buenos días Babel,
se desnudan en sus orillas las
mujeres
y lavan sus enaguas de lino
con el jabón de la noche.
las aguas bajan mansas
en la ciudad de las lenguas,
y lavan sus enaguas de lino
con el jabón de la noche.
Amaneces Babel,
un dátil de oro se eleva manso
y deja atrás la noche caoba del oasis.
Una palmera de plata
va hundiéndose lenta
en la arena roja y malva del desierto.
un dátil de oro se eleva manso
y deja atrás la noche caoba del oasis.
Una palmera de plata
va hundiéndose lenta
en la arena roja y malva del desierto.
Entre nubes azules de ceniza
despierta un nuevo amanecer
donde todo va olvidándose.
despierta un nuevo amanecer
donde todo va olvidándose.
lunes, 17 de diciembre de 2012
Un blues: Bob Brozman
No es que este triste. Es que estoy con un blues permanente
que me lleva siempre a estar alerta. La tristeza me ayuda a
comprender mejor el entorno. La tristeza siempre es alegre
para mí. Me produce seguridad. Me hace fuerte.
Un blues. Casi la hora. A cinco minutos de un nuevo día.
Tan alegre y tan triste como el de hoy. Tan diferentes.
domingo, 16 de diciembre de 2012
Mar de hierba
Láscibos caballos acuden de la primera cuadra,
del segundo pesebre vienen, con el hambre
del segundo pesebre vienen, con el hambre
de un hombre sin quijada,
recorren con su pie de atleta,
recorren con su pie de atleta,
con su pezuña de roca
los surcos o las semillas
los surcos o las semillas
que en azul discordia confunden
con su troje nutriente,
con su troje nutriente,
con las olas exaltadas
de un disconforme mar.
De la sal de un trigo líquido
se alimentan.
de un disconforme mar.
De la sal de un trigo líquido
se alimentan.
A media luz salieron a mansalva
treinta y tantos caballos de la noche
llevando herraduras de fuego entre las crines
maduras manzanas en los belfos,
sábado, 15 de diciembre de 2012
Empece a notar en la cintura
Empecé a notar en la cintura el
balanceo del mar,
cuando el amanecer era de bohemios
para amantes locos,
cuando el amanecer permanece solo
y alguien abatido se perdió
en el desolado litoral.
Los barcos giraban,
las redes horadaban olas broncas
y los peces huían sombras de plata.
Empecé a notar en la cintura
labios de ola y besos de agua,
allá, en el marino arenal, al alba,
cuando el viento dormía
y mis caderas se iban cubriendo
de amapolas blancas.
Empece a notar en la cintura
el
balanceo del mar,
yo era una barca loca,
abandonada a la deriva, abatida y
triste
en busca de un desgarrador sueño
de náufragos perdidos.
jueves, 13 de diciembre de 2012
Esa audacia feliz de la inocencia
Anoche
follaste con solo medio hombre
un tramo de
mi incapaz
quedó sin
ser recorrido.
Te faltó
esa audacia feliz
de la
inocencia para saber
si dentro
de mí otro habría
digno de
cubrir tu carne,
tu mirada o tus recuerdos,
tu mirada o tus recuerdos,
en ese
instante en el que yo
tan sólo
era un brazo partido
por la
distancia
por los
golpes
por la
humedad
y el frío.
Aún te
necesito
para saber
si soy
un hombre
solitario.
miércoles, 12 de diciembre de 2012
Citas desinteresadas
“No creo en
la clase obrera española. Son payasos alfredolandescos.
Tras cuarenta años sin
ideología obrera, sólo queda la picaresca
y un proletariado chistoso".
-Leopoldo
María Panero- (El País 9 de agosto de 2005)
martes, 11 de diciembre de 2012
Lloro por ti
Este blues ya sonó por aquí. Lo he vuelto a escuchar
por pura nostalgia y me he sonreído.
Tapiman, un grupo catalán, fruto de las distintas
experiencia y fusiones en los años 70 (los grupos
Vértice, OM, Iceberg, etc; con gente de la talla
de Max Sunyer, Tapi y Miguel Ángel Nuñez) haciendo
uno de los mejores blues y en castellano.
Excelente mezcla para entender el debate sobre la
autonomía catalana. Y mi sonrisa de apátrida.
Amado maquillaje
Me ducho. Tomo
café. Cago.
Dudo en
masturbarme, pero me afeito.
El otro me mira
desde el ignorante azogue
tomándome como frágil ejemplo.
Salgo vestido
aunque desnudo a la calle.
La calle cualquiera, la calle de tumultos,
la calle gris, la que me aguarda.
La calle cualquiera, la calle de tumultos,
la calle gris, la que me aguarda.
No llueve, pero
tengo un amante.
Tengo dos amantes. Incluso tengo
un guante azul y un rojo pañuelo,
y una blusa malva con escote de ángel.
Las dos me desnudan ávidas.
Las dos se portan igual, pero se creen distintas.
Incluso jamás me olvidan,
tengo por tanto recuerdos.
Una prefiere el bálsamo de mi sudor
mezclado con el perfume que uso habitualmente,
y así, con los ojos cerrados,
abrazada a mí, dice que se corre.
La otra sujeta mi cabeza entre sus muslos
Tengo dos amantes. Incluso tengo
un guante azul y un rojo pañuelo,
y una blusa malva con escote de ángel.
Las dos me desnudan ávidas.
Las dos se portan igual, pero se creen distintas.
Incluso jamás me olvidan,
tengo por tanto recuerdos.
Una prefiere el bálsamo de mi sudor
mezclado con el perfume que uso habitualmente,
y así, con los ojos cerrados,
abrazada a mí, dice que se corre.
La otra sujeta mi cabeza entre sus muslos
y se
convulsiona mientras susurra
que es la mujer
más feliz del mundo.
Soy el instrumento de sus abismos insondables,
soy la luz que no veré nunca.
Las dos fingen que se mueren.
Las dos fingen.
Soy el instrumento de sus abismos insondables,
soy la luz que no veré nunca.
Las dos fingen que se mueren.
Las dos fingen.
Las dos dicen
que me aman. Las dos me usan.
El placer es una esponjosa sensación
El placer es una esponjosa sensación
que absorbe desde la
sangre
el rito de la pena o de la gloria,
las causas perdidas
el rito de la pena o de la gloria,
las causas perdidas
de tiernos cuerpos abriéndose,
lágrimas blancas que lentamente
van entristeciendo mi abdomen
lágrimas blancas que lentamente
van entristeciendo mi abdomen
de domesticada fiera.
No saben que
follan con un cadáver
de maquillado aspecto.
de maquillado aspecto.
domingo, 9 de diciembre de 2012
Una buena defensa
¿Quién iba a defenderte de los légamos solares,
quién iba a soportarte
si defenderte era implicarse en barros,
tizas negras,
quién iba a soportarte
si defenderte era implicarse en barros,
tizas negras,
era internarse en zonas pantanosas,
soportar tu peso oscuro y terrenal
para sacarte de tierras movedizas?
Acaso la mejor defensa era ocultarte,
esperar que el enemigo se olvidara
Acaso la mejor defensa era ocultarte,
esperar que el enemigo se olvidara
de tu cara, de tu espanto de arcilla
troquelada en pasmo.
Tal vez defenderte era eclipsar tu figura,
poner un póster tuyo en la pared,
hacer pegatinas con tu rostro,
poner un póster tuyo en la pared,
hacer pegatinas con tu rostro,
una buena campaña de publicidad
con un se busca
o publicar todas tus obras,
tu inocente palabra de poeta helado
que siempre quiso anónimos.
Quién iba a defenderte,
¿acaso
supones que eres alguien
por quien jugarse un verso,
un hilo de vida
o tocarse el corazón con el dedo de señalar
te amo?
Citas desinteresadas
Y al cabo llego por fin a la oquedad de tu entrepierna,
donde el libro que eres nunca termina
donde existe ese milagro de flor
que aguarda a ser deshojada por mi lengua.
-Rafael Godoy-
donde el libro que eres nunca termina
donde existe ese milagro de flor
que aguarda a ser deshojada por mi lengua.
-Rafael Godoy-
viernes, 7 de diciembre de 2012
jueves, 6 de diciembre de 2012
Como un amén
Empiezo a asumir tu pérdida
como un asunto de poca importancia.
Como algo natural que sucede por encima
de todas las cosas culinarias, rutinarias.
Creo que te fuiste como un agua dulce
que va mezclándose lentamente con agua de mar.
Lo contemplo todo como un temblor perfecto,
mientras se disuelve la tarde en mi mirada
y el amanecer en tus ojos.
Mientras pasa la vida con un murmullo de pisadas
sobre los humildes guijarros de la vida y de la noche,
y ambos nos pertenecemos,
precisos como un reloj de arena,
solos como el sol. Como un amén.
Como esas rutas invisibles
trazadas en los cielos por las aves.
miércoles, 5 de diciembre de 2012
Rumbo
Golondrinas blancas
que regresaban de África
fueron vistas una
tarde volando sin rumbo,
contaban que
afectadas por una extraña melanina
que olvidó el
mecanismo del color,
la habilidad de la
pincelada,
el dispositivo
geográfico de las regiones.
martes, 4 de diciembre de 2012
Las hojas muertas
No son las doce. Pero esto tampoco es un blues.
A pesar de ser "mano lenta", y con letra del poeta
surrealista francés, Jacques Prévert, sospechoso
trotskista. Con lo majos que somos los sospechosos.
Las hojas muertas:
Las hojas muertas se juntan con el rastrillo,
los recuerdos y las añoranzas también.
Pero mi amor, silencioso y fiel
siempre sonríe y le agradece a la vida.
Yo te amo y eres tan linda.
¿Cómo crees que podría olvidarte?
Pero hay una versión distinta para los ortodoxos, Yves Montand:
http://youtu.be/Xo1C6E7jbPw
Los otros, el innecesario
El pueblo abordado por intransitos civiles,
gente de paisano o alguna percha triste
que viajó sin su traje,
vuelve a dolerse de una plaza interna
con pasado de estatuas,
con reloj riguroso parado en el tiempo.
En los márgenes de sus quejas
soy ese hombre misterioso que vino a visitarme.
Él me contó cosas,
excesivas, numeradas;
pero no me habló de mí,
ni una referencia, ni una alusión.
Así se fue, misterioso,
dejándome sin un atisbo de mi sombra
o una ceniza de mi pena.
El pueblo desbordado vuelve a regresarse,
a sus asuntos, a su perfecta alquimia
donde espesa el silencio de mi total ausencia.
Un innecesario que ronda los templos
donde habitan los otros
me acompaña cada noche,
me aconseja.
gente de paisano o alguna percha triste
que viajó sin su traje,
vuelve a dolerse de una plaza interna
con pasado de estatuas,
con reloj riguroso parado en el tiempo.
En los márgenes de sus quejas
soy ese hombre misterioso que vino a visitarme.
Él me contó cosas,
excesivas, numeradas;
pero no me habló de mí,
ni una referencia, ni una alusión.
Así se fue, misterioso,
dejándome sin un atisbo de mi sombra
o una ceniza de mi pena.
El pueblo desbordado vuelve a regresarse,
a sus asuntos, a su perfecta alquimia
donde espesa el silencio de mi total ausencia.
Un innecesario que ronda los templos
donde habitan los otros
me acompaña cada noche,
me aconseja.
lunes, 3 de diciembre de 2012
Lejano yo, en la llanura de Ática
Yo
habitaré después de ti
y lo harás tú también sobre la huella
que dejara abierta un reptil, un simio,
esa hembra de león.
Seré un hombre en una plaza
expuesto a las inclemencias del clima,
a este ozono firme y frío.
Erguido como una roca que soporta
el viento azul del norte, la lluvia gris del sur.
Los paseantes verán en mí
el bronce de la futura estatua,
las afiladas garras de la basilisca arpía,
la viperina boca de la mítica gárgola.
Un estático sueño de granito,
una columna de mármol pentélico.
Más cerca de ti que nunca,
lejano yo en la llanura de Ática,
siendo aquel deseo
que nunca tuvo De Chirico.
y lo harás tú también sobre la huella
que dejara abierta un reptil, un simio,
esa hembra de león.
Seré un hombre en una plaza
expuesto a las inclemencias del clima,
a este ozono firme y frío.
Erguido como una roca que soporta
el viento azul del norte, la lluvia gris del sur.
Los paseantes verán en mí
el bronce de la futura estatua,
las afiladas garras de la basilisca arpía,
la viperina boca de la mítica gárgola.
Un estático sueño de granito,
una columna de mármol pentélico.
Más cerca de ti que nunca,
lejano yo en la llanura de Ática,
siendo aquel deseo
que nunca tuvo De Chirico.
sábado, 1 de diciembre de 2012
Tu boca: Julio Cortázar
Toco tu boca, con un dedo toco el borde de tu boca, voy dibujándola como
si saliera de mi mano, como si por primera vez tu boca se entreabriera, y me
basta cerrar los ojos para deshacerlo todo y recomenzar, hago nacer cada vez la
boca que deseo, la boca que mi mano elige y te dibuja en la cara, una boca
elegida entre todas, con soberana libertad elegida por mí para dibujarla con mi
mano en tu cara, y que por un azar que no busco comprender coincide
exactamente con tu boca que sonríe por debajo de la que mi mano te dibuja. Me
miras, de cerca me miras, cada vez más de cerca y entonces jugamos al cíclope,
nos miramos cada vez más de cerca y los ojos se agrandan, se acercan entre
sí, se superponen y los cíclopes se miran, respirando confundidos, las bocas se
encuentran y luchan tibiamente, mordiéndose con los labios, apoyando apenas la
lengua en los dientes, jugando en sus recintos donde un aire pesado va y viene
con un perfume viejo y un silencio. Entonces mis manos buscan hundirse en tu
pelo, acariciar lentamente la profundidad de tu pelo mientras nos besamos como
si tuviéramos la boca llena de flores o de peces, de movimientos vivos, de fragancia
oscura. Y si nos mordemos el dolor es dulce, y si nos ahogamos en un breve y
terrible absorber simultáneo del aliento, esa instantánea muerte es bella. Y
hay una sola saliva y un solo sabor a fruta madura, y yo te siento temblar
contra mí como una luna en el agua.
Capítulo 7 de Rayuela
Capítulo 7 de Rayuela
viernes, 30 de noviembre de 2012
La oculta armonía del cero
Llena de altibajos la noche se prolongó
por derroteros varios.
Yo te miraba y con un murmullo de dientes apretados
te avisé, te quise, te sujeté.
No fuerces la aritmética sonora
donde añade cifras el ruido de los números,
no sumes, no multipliques,
resta o divide
y serás el vencedor de muchos.
Si hechas cuentas
siempre te saldrán errores
errores múltiples
de aquí y de allá,
aquel año,
un día sin que tú te dieras cuenta
capaz de encontrar lo más hermoso
por ejemplo la besaste o te besó.
No fuerces los errores del número primo,
hecha leña, si quieres, al orden mundial
y observa su implacable matemática
de continuos desastres
dónde no se tiene en cuenta
la oculta armonía del cero.
jueves, 29 de noviembre de 2012
Vida secreta
Dedicatoria: Caracol
uno
Bajar las persianas
comprobar con los ojos y las manos
que estoy en lo cierto.
comprobar con los ojos y las manos
que estoy en lo cierto.
dos
Hay una insuficiencia en todo,
un todo no completo.
Miro el universo.
Toti Soler: Vida secreta.
miércoles, 28 de noviembre de 2012
martes, 27 de noviembre de 2012
Adversario
Adversario di diverso si duele ahí
donde el humo íntimo despide del papel
helénicas llamas
o donde el pelo en velo se levanta
onda al viento suplicio.
donde el humo íntimo despide del papel
helénicas llamas
o donde el pelo en velo se levanta
onda al viento suplicio.
Di si sobrando celo a la humedad
mirar el desierto puedes
ahora que apura la memoria
su copa de fuego.
mirar el desierto puedes
ahora que apura la memoria
su copa de fuego.
Por eso viene el tiempo
con olor de esperanza
sacudiéndolo todo.
con olor de esperanza
sacudiéndolo todo.
Adverso ¿duele di el adversario
primigenio?
primigenio?
Without Mercy (I-II) - The Durrutti Column
lunes, 26 de noviembre de 2012
Citas desinteresadas
...seres, instituciones, todo
me rehuye o me segrega
todo se aparta de mi lado, hiedo
Soy un peligro público que emana*
la pestilencia de la libertad.
-Felíx Grande-
(*En la primera versión de Felíx Grande
“emana”. En posteriores correcciones, “expande”)
domingo, 25 de noviembre de 2012
Ahora que los ciudadanos por fin somos poetas
Hay
siempre, en definitiva, una esquina del velo que exige expresamente no ser
levantada, y piensen lo que quieran los imbéciles, ésta es la condición misma
del encantamiento.
-André
Breton-
Hoy
alguien en un sueño dijo:
ten,
en esta garrafa
hay
agua limpia, por si toma moho
la
del corazón.
-Olvido
García Valdés-
Referentes
La cita
de André Bretón dice que una esquina del velo exige no ser levantada. Y que
cuando tengas moho en el corazón acudas al de Olvido García Valdés que en su
garrafa de sueño hay agua limpia. Seguí las instrucciones. Así que me situé
en el paisaje y me puse a recorrerlo sin rozar el velo. Respeté la magia,
sopena de ser un imbécil bajo las garras de Bretón. Antes de emprender el
camino, para que no me echara del sueño Olvido, tomé agua limpia por si
durante el trayecto tomaba moho la del corazón.
En 1815
Heinrich Stölzel incorpora el mecanismo de pistones a la trompeta. El jazz tiene
una deuda con él. Algunos poetas intentamos incorporar una pieza de jazz al
poema. La poesía necesita un soporte de acero: el martillo, el yunque.
Fuelle, brasas. Rojo vivo. Un martinete. El metal. Ascuas. La trompeta. Esto
no es coreografía estalinista. La poesía que se hizo bajo el realismo
socialista es lo peor y lo mejor que hemos hecho como clase: lo mejor porque
lo intentamos. Lo peor porque lo hicimos bajo la atenta mirada del
estalinismo. Vladimiro (Maiakovsky) no lo consiguió.
Después de aquel
paréntesis, hoy más que nunca, buceamos en las piscinas literarias de la burguesía. Nuestros
dirigentes obreros proceden de la burguesía, nuestros poetas también. ¿Qué
hemos hecho como clase hasta hoy? Trabajar como hormiguitas idiotas. Nosotros
trabajamos para ellos y ellos entran en un dulce trance de contradicciones,
producido por el ácido fórmico que obtienen de nosotras. La burguesía sufre
contradicciones que sí merecen ser contadas. Sus contradicciones son de
calidad, las nuestras en cambio viven a expensas de las suyas. En nuestro
devenir cotidiano, nosotros les proporcionamos los ingredientes y ellos saben
cómo digerirlos, darle un orden al desorden espontáneo de todo aquello que
les llega del resultado final de su “convivencia” con nosotros. Ellos sí
saben contarnos lo que les pasa, y nosotros, perfectos imitadores por tiempo
y tradición, perseguimos enternecedoramente sus intensas pasiones. Sus
cuidadas emociones se enseñan en la Universidad, de donde salen especialistas.
Y cuando lo culto se “democratiza”, o se pone al servicio de los menos, crean escuelas
menores a las que llaman talleres literarios, para que de una vez por todas los reacios entendamos practicando, que a estas alturas de la historia ellos han hecho
literatura de su vida; y que ese pedigrí, rango, casta o distinción, ya ha
alcanzado una altísima cotización en el mercado y mucho prestigio en la
sociedad. La suya, pero sobre todo en la nuestra, porque no hay nada más
notorio que conseguir el Nóbel con el mono manchado de grasa, o yeso, y que los los tuyos te saluden en la cola del "DIA". Autoestima. Pero tus padres lo que quieren
es que logres una buena colocación. En caso de que vayas por libre y “sepas
sin saber” te titulan autodidacta, y desde el reconocimiento oficial de tu
ignorancia, ya puedes presumir de que eres un ignaro con medalla. Yo, debe
ser porque mi inconsciente, históricamente plebeyo, puede más que una
hipotética línea dinástica que no me ampara, soy un malísimo alumno, y aunque
llevo años imitando el estilo inmaculado del burgués, aprendo poco. Como
mucho, para crear clima (atmósfera propicia) imito al burgués escribiendo
estas líneas mientras suena un blues del Mississippi cantado por Howlin’ Wolf: The Red Rooster. Sin
duda esta es otra lección. O quizá porque soy blanco, hijo de occidente. En
ambos casos porque tengo la tripa llena. Importante para poder escribir y
escuchar un blues.
El
sentir general es que el poema no sirve para nada terrenal. Dicen que es
fantasía, un simulacro. Aquello que se le decía a la novia, a la madre. Dicen
que la poesía pertenece a ese estado “superior” (¿contemplativo? ¿místico?)
donde, con vocación de equilibrista, uno puede mirar el interior de su carne
para ver los conductos a través de los que se alimenta el alma. En su
descubrimiento uno emplea todas las energías. Allí tan solo hay arterias,
venas, epitelios, y puede que en el torrente sanguíneo haya versos, muchos
versos, mas es el óxido nítrico el desencadenante de la erección, y el
colesterol del infarto. Los poetas somos unos tontos sentados. Unos tontos
con conciencia estrambótica. La conciencia, ese estado de percepción, que
mira más al futuro que al presente y se enfrenta a la realidad fea, triste y
sucia. Así que los poetas sabemos cosas que no sirven para nada. Somos unos
tontos sentados, y otras unos jodidos provocadores con sangre en la punta de
la lengua. Los poetas somos referente moral, para una sociedad que se come
los mocos. Como a Pablo de Rokha me duelen los
cojones de las medulas categóricas de ser un autodidacta borracho (empapado)
del arte de otros. Lenin, emocionado ante el arte “enemigo”, sentía ganas de
arrullar a los artistas burgueses, y después se quería cortar la mano con la
que los había acariciado.
El poeta
escribe versos, que una semana después, no sirven para nada, y un mes antes
nadie los necesitaba. Nunca como hasta hoy se había hecho un producto del poema. En esa “lógica”, el producto debe durar tan sólo
días, horas, minutos. El uso dado a los tomos de poesía en los últimos 50 años fue adornar librerías de madera aglomerada. Algunos pudimos leer poemas al
desenvolver el bocadillo de sardinas. Hoy, millones de poemas arden a diario
en las factorías de post-producción, y en los balances anuales de beneficios.
Pero el
poema te va curando durante todo el viaje, y a la larga, o sea, cuando ya te
has muerto, sus toxinas disuelven la carne, pero salvan la memoria, que es
una ola inmensa de oxígeno de color azul flotando cerca de las estrellas,
dispuesta para ser recogida por los ojos curiosos de nuevos navegantes.
Algunos egoístas lo usan para respirar. El poeta sabe que de sus sueños
vivirán los hombres futuros. Así que se trata de romper, hacer trizas la
palabra. Se escribe para dejar de escribir. El poema debe parar una guerra
antes de que estalle. Cambiar el resultado de unas elecciones que no se han
celebrado. Y si le lees un poema a un patrón, al segundo siguiente debería darte
empleo. Al solicitar la hipoteca, una biografía de poeta debe acelerar su
concesión. O la nómina se hace poema o continuaremos perdiendo poder
adquisitivo. Mientras, seguiremos aquí en la ciudad, todo el tiempo entre
ladrillos. Pateando el barrio. Los barrios bajos. Los barrios altos. Los
bajos, hechos de palabros. Los altos, de frases hermosas. Las calles sin
salidas, de exabruptos y tacos. Las avenidas, de versos luminosos. Las
plazas, de retrueques. Y el mercado de la literatura, de Ferias del Libro e
ingresos multimillonarios. Los editores también, ya, por fin, pueden
financiar las guerras. La vida, dándose forma cada día a sí misma, contempla
el extraño, triste y solitario producto en que nos hemos convertido. Esa
costra de miel y barro que es la vida, permanentemente maravillada ante
nuestras abluciones. Hagamos de la derrota nuestro único triunfo.
La
poesía es un eterno dolor de muelas, muelas de las que el alma carece, así
que te duele el alma: esa especie de seda para llevar puesta una sombra de
agua que nos calme la sed. Y como todo es búsqueda, ambición y deseo, en ese
deambular, el alma se transmuta en metafísica que deviene en conciencia
social, enrolándose esta en las asambleas de afiliados del sindicato, donde produce
en los corazones de los allí asistentes, arrebujados nidos melancólicos
hechos con papel y sangre de analíticos debates, debates que intentan demostrar
que los tres puntos del convenio están por encima de los versos inmortales de
Don Antonio Machado: “Un golpe de ataúd en tierra/ es algo perfectamente
serio”. Vano intento. Y si ellos aprueban los textos por amplia mayoría
(tenaces bolcheviques) uno aprueba por amplía minoría (absurdo menchevique) que
la poesía se hace con los restos del íntimo naufragio, se hace en soledad o
con uno, de la memoria de unos besos, y también “con amor o con odio”, que
diría Pavese, pero siempre con la violencia de un salvaje. Que nuestra carne
arde quemada por el oxígeno, y en su larga combustión, las llamas precisan
ser avivadas para que de ellas nazca el cero, el círculo que elevándose
alcance la esfera celeste, en el eterno viaje. Viva la clase obrera. Viva
porque ya no cambiará el mundo, el mundo nos va a cambiar a nosotros por la
barbarie. Salud, porque con dolor de espaldas no nos moverán.
De niño
creía que la profesión más dura de todas era la de actor de cine, ya que más
tarde o más temprano, al pobre actor le tocaría morir en alguna película, por
“mandato” del guión. Más tarde supe que en las “pelis” no moría nunca nadie.
Me dije: “Entonces tendré que hacer poesía. Alguien debe asesinar a estos
fingidores”. Heme aquí, toda una vida intentando matar al actor de cine, que
muere para estar vivo en la película siguiente. Yo también interpreto mi
papel, con mayor o peor fortuna. Y los poetas somos seres inmortales.
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