viernes, 9 de diciembre de 2011

Julio Cortázar / A Shandy, este poema de Julio.

TRINIDAD


El precio que pagaste por defender tu vida, la luz,
tus amantes, los besos, el secreto de las cosas ocultas;
el precio que se paga en esta vida de lámparas apagadas
y orquídeas encendidas, siempre lo ajusta la muerte.

El único poeta con vocación de locura
que tenían en aquella ciudad apareció
colgado de una viga, víctima de ese azul infinito
que todo poeta pretérito persigue.

Las geografías exactas de una piedra cualquiera
siempre arrastran la sombra de cuando fueron viento.
Pon viento sobre el nombre de las cosas que quiero
pespuntes sobre girones de esta ropa abandonada.

Hembra

Huida de ti transformé
un pedazo de amor en pan.
Comer de él soledad
alimentó de ti mi carne
solitaria
en las ultimas caídas
al fin nutrida
me levanté.
Una palabra muda
lo presenció todo
sin decir
sin nombrar.
Y mi cuerpo avanzó
ágil en la oscuridad
como la hembra que nunca fui.

Dalia