viernes, 7 de octubre de 2011

Quedan inmóviles pendientes

-A Nines y Poti,
después de unas cervezas.



Quedan inmóviles pendientes
una larga lista
una caterva de rojos izquierdistas
queda la mala leche de historias escritas
con sangre
como la morcilla de su pueblo:
el de Ángel González.

Quedan inmóviles y pendencieros
guerreros de la noche
esta tarjeta de visita
este cuaderno
esta delicada noche con su fiesta de baile
donde nunca te saqué a bailar
pero tus ojos danzaban en mis labios
y me enamoré de ti como un normal.

Quedan las pérdidas:
todas las oportunidades vacuas de cada día
y largos borradores de urgentes versos
precipitados: su borrón de lágrimas
templadas.

Queda la música de Aute
O la de Silvio o la de Pablo.
El patio de Triana
Y un blues de Mayall.
Azules musarañas
teatros en el cielo
asustadas bandadas de pájaros
en el invierno húmedo de los campos
alegres y tristes
los páramos que dijera Don León Felipe
de esta España hermosa
como una manada de corderos
como una partida de bandidos imbatibles
de maquis románticos o no
en los montes resistiendo la soledad de la muerte.

Amor amor
qué puede ser de mí y de ti.

Quedan inmóviles pendientes
rosas tatuadas en la piel de las ingles
una flor por cada amor fracasado
fina y dolida piel
tan necesaria y precisa para amar
para sufrir puñaladas azules y de oro
y desangrarse de un único amor.
Irrepetible ya.








Renuncia




Ya has visto
ya estás viendo
caballos blancos
y locos
desde la otra orilla.
Monta en ellos
cabálgalos como si aquella noche de muslos 
fuera siempre.
Y en ese trote lánguido
frota tu abdomen
como una fruta madura
contra el vientre de la noche.