Tal vez no acabe nunca de hacer este poema. -J.M. Caballero Bonald-
miércoles, 7 de septiembre de 2011
A tu impaciente corazón de amante ciega
Dame el tatuaje que como un incesto
se desangra en tu piel,
cielo y tierra entregados
a lunáticos maridajes,
el primor fililí de puntillas y blondas,
los rasos de esa niebla
que transita en tus muslos,
y con todo ello haré un adorno,
bejuquillo abalorio de cuentas nuevas
ceñido a mi cintura,
a mi vientre de agosto,
a tu impaciente corazón de amante ciega.
Valente
Dejo este enlace que me "chiva" en la última entrada de su blog Jordi Doce, (Perros en la playa) sobre José Ángel Valente y la aparición de su libro "Diario anónimo (1959-2000)
Y aprovecho para recomendar su poesía completa en la misma editorial, Galaxia-Gutenberg.
http://www.publico.es/culturas/395008/en-las-tripas-de-un-poeta-comprometido
Y aprovecho para recomendar su poesía completa en la misma editorial, Galaxia-Gutenberg.
http://www.publico.es/culturas/395008/en-las-tripas-de-un-poeta-comprometido
DANZA
Con este cuerpo mío que se aleja
también soy capaz de amarte
rodearme de ti
dar nudo a nuestras vidas
poner a disposición de sus formas
las clavijas que afinan nuestros besos
mortales porque fueron gestados
para sonar en ti en mí
durante las otras noches.
Tus labios lo pronuncian y el cuerpo lo canta
más allá de nosotros existe el perdón
arriba en las alturas agoniza el átomo
que la lengua elevó hasta andamios
de piedra.
Se agitan las cometas
cartulinas fugaces estrellas de papel
plata de los ríos
todos menos uno vienen a dar a la mar
este que queda solo se pierde en la distancia
hace de esta un lírico horizonte
y en el mar una lluvia de azúcar atrae
a una danza boba y dulce a las anémonas
incitándolas a bailar se enamoran
imitando el monocorde vuelo de las abejas.
También ellas liban en la piel del mar
se alimentan del panal de nuca y ola
que encuentran en los cajones sordos y profundos
de las oceánicas alcobas nupciales.
Me abracé a ti como una cicatriz
abraza el paraíso
y el recuerdo dice que la tierra
sobre la que te ame huele a sexo
y a manzanas
a noches de sedas frías
atándonos.
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