viernes, 29 de julio de 2011

Me toca los huevos la censura oficial

Me toca los huevos este país de cainitas y meapilas. Con la edad, la mía,  me dan cada vez más ganas de irme de esta España suya.

La lluvia



Una lluvia sobre otra lluvia no crea un arroyo
ni un rio ni un océano
crea un espacio de silencios entre ellas dos
una lámina inocente deslizándose
sin aromas
desde el filo de un cuchillo azul
que besa lentamente la carne del agua
y la ama devorándola.

Una piedra lanzada contra la lluvia
no hace ruido:
lo que oímos es la cáscara de la palabra
el envoltorio de el viento y la letra de una melodía
que nunca tuvo garganta de pájaro.
Lo que oímos son los pasos de la lluvia
perdiéndose en la tarde blanca
a la lluvia enredada de cuerdas
ahogándose en la tarde amarilla y blanca
golpeándose contra la piedra más huérfana
que acaricia una mano traslucida.