sábado, 7 de mayo de 2011

Después

Melody Gardot : Les Etoiles





















Eres hermosa y secreta y en ti nacen después.
No antes
ni ahoras
ni siempres.
Después.
Un después para siempre,
para antes, para ahora,
para qué.
Eras tú
un sí de mis después.
En esa postura
en ese escorzo
abriéndote en ese ten.
Ese después dispuesto.
Un después de eternos siempres.
Un casi amé de ti
antes de que una luz de después
una luz de sal. Un después de la luz
que supuso tu último ven.
El de los dos,
como si los dos estuviéramos
allí, en ese después,
dónde el final era próximo
a un final donde finales había
para después de ti,
para después de mí,
mi final para otros después de ti.
El tuyo vendría después
como un final mío.

Eres hermosa y distinta como un transparente
después.
Como ese orgulloso final
que nunca acaba.
Dónde tú me besabas para después,
para que dentro de un siglo, tal vez,
para que siempre tu después
me atase a ti,
para que tu boca me supiera aún a luego
a ese eterno vendré como de un regreso,
en un después amaneciendo en mí,
para que vinieras siempre, vas llegando.
Sé que si vienes, estarás en mí.
Y fue después de muchos besos
que con un dedo
roto y dactilar regresé a tocar
con su fractura final, el final de ti,
el final de después.
Nunca hubo una mirada tan profunda e intensa
como la mía. Aunque fue desde la zarzas.
O dentro o después de ellas.
Y la sangre era un después
para morir
pues aprendí de ti
tu luego eterno. Enredándose
como una vena de espinas.