martes, 12 de abril de 2011

Hoy preferimos al roto























Hoy preferimos al roto. Un tipo que hace poemas con mala leche. Dirigidos a la inmensa mayoría, para que la inmensa minoría se dé por aludida. Cosa que no suele hacer la inmensa minoría, ya que de hacerlo dejaría de inmediato de serlo. ¿Y qué serían las inmensas minorías concienciadas? Vanguardia. Serían Vanguardia. ¿Y para que sirven las vanguardias? Para organizar a las inmensas mayorías.
Se cierra el circulo. En este caso casi parodia.

Los filólogos



Por “deseo popular” entresaco el siguiente fragmento de la última entrada que dejé ayer en mi blog “La ciudad de arena”:
“Lo único que no he tenido que estudiar, que aprender, es la ignorancia. Ella me rodea con naturalidad, es mi más fiel compañía. En mi caso, en este caso, la literatura tiene un problema: se enfrenta a un ignorante. Y nunca le tuve miedo. Ella lo sabe. Y va dejando disimuladamente un reguero de letras. Yo cojo algunas. Pero existen pájaros. De tal forma, cuando no puedo completar una palabra, coloco un pájaro. Él sabrá la letra que se comió. Así la palabra que invento nace con posibilidades de volar en una lengua extraña”.