viernes, 9 de septiembre de 2011

Dómine y Máscara

Con destreza inusitada
arrojó lejos de mí el doloroso cosmético,
el artístico carmín,
el perfil de lápiz
que en un largo y laborioso maquillaje
había dibujado ante el espejo,
y sobre la colcha de la cama entabló
un cuerpo a cuerpo de besos
con la otra.

Yo lo contemplaba todo
desde la más triste
desnudez.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Que malas son algunas mujeres.Pero a los poetas les viene muy bien que sean malas para hacer poesías buenas.

Raúl Campos dijo...

No tengo muy claro que el poema vaya precisamente sobre mujeres, amores o sexo… Umh! La máscara… quitarse la máscara… o ponérsela, claro.

Tomás Rivero dijo...

Va de desnudarse. Y como hay tantos miedos, tanto que perder...(¿?) el otro siempre se quita la máscara si nosotros nos hemos puesto un traje... para no ver al que seríamos sin maquillaje, no sea que veamos a el que no es y nos enamoremos del otro. No sé, la vecina-o de una ciudad lejana.
Así hasta cien o el infinito.
Y sucedió que un día todo fue confusión. Y el sistema entró en crisis.

Un saludo Raúl.