jueves, 7 de abril de 2011

Indolencia

No es el descaro de leer poemas
ni el atrevimiento de escribir versos
son los oídos vergonzosos
que me eluden
los extraños ojos
que me evitan.


1 comentario:

Sofía Serra dijo...

Te comento con los versos que me han salido escritos al hilo de leer los tuyos. O la mudez, o la verborrea discursiva, y de la única forma, en realidad, mediante el poema.
Besos, Tomás

Con lo que sueñas y lo que anhelas,
que no te es dado sin algún
rostro impensable solícito
de tu lugar-teniente idea,
amor, vero amor prendado.