martes, 14 de septiembre de 2010

PELOTA (Playa de Castilnovo, 1994)



De nuestra encendida juventud
sólo queda un sólido dolor,
una impaciente soledad
instalada en aquellas partes del cuerpo
donde la medicina no tiene acceso.
Recuerdos. La tarde.
Este paseo con el mar tan cerca,
el viento cálido encendiéndo el rostro
a un sol de pálidas mejillas.
La nostalgia también se cura
bañándote en ella
o también comentando sus causas
con algún compañero
emocionado de viajes
y deliciosos cruces de caminos
que nos regala la vida.