El era un habitante de Pangea
era un guerrero pálido
de una tierra febril.
Donde habitó primero sola figura
y dejó luego sólida forma
iba desde el cenit amargo
abandonando su replegada sombra
sobre esfinges y tumultos
estatuas y líquenes de bruñida plata.
Los aires ardientes con furia dejaron su silueta
impresa en piedras
y se inclinó fósil sobre abismos
recorrió como luz placas tectónicas
flotando sobre el fuego
alimentado por encrespados magmas
de violentos volcanes ígneos.
Y fue nieve aquel día que sus ojos
cruzaron el umbral del trópico
condenándose a ser soledad
en la sabana un breve instante
nieve perpetua
un eterno glacial.
Tal vez no acabe nunca de hacer este poema. -J.M. Caballero Bonald-
martes, 27 de abril de 2010
EL MÁS TRISTE PÁJARO
Cometa
Los niños jugaban con la cometa,
balanceábase en el azul del cielo
cada vez más alta,
se agitaba, impulsada por el viento.
Desde arriba a través del hilo
bajaba la sangre del más triste pájaro.
Los niños jugaban con la cometa,
balanceábase en el azul del cielo
cada vez más alta,
se agitaba, impulsada por el viento.
Desde arriba a través del hilo
bajaba la sangre del más triste pájaro.
BROMELIA
EL DUEÑO DEL SECRETO. 27/ 04/ 2010
Nosotros los poetas siempre pensamos
que nuestros versos son los mejores
para que otro poeta no ocupe nuestro lugar,
cosa que nos repugna dado lo mal que escribe.
Y si el otro ocupa nuestro lugar
dado lo mal que escribe:
¿que clase de lugar ocupábamos nosotros
que tan fácilmente fue ocupado?
que nuestros versos son los mejores
para que otro poeta no ocupe nuestro lugar,
cosa que nos repugna dado lo mal que escribe.
Y si el otro ocupa nuestro lugar
dado lo mal que escribe:
¿que clase de lugar ocupábamos nosotros
que tan fácilmente fue ocupado?
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